Frailes Dominicos
Los Frailes Dominicos constituyen una familia religiosa dentro de la Iglesia Católica. Siguen el estilo de vida de Santo Domingo de Guzmán, hombre de gran sensibilidad humana, caridad cristiana, apasionado por la búsqueda y predicación de la Verdad.
Al igual que su fundador, los frailes dominicos de todos los tiempos tienen como lema la predicación de la Verdad de Dios, que se nos da en la justicia, en la oración, en la solidaridad, en el encuentro con los demás, en la esperanza y la paz.
Los dominicos en Venezuela estamos presentes San Cristóbal, Rubio, Barinas, Maracaibo, Barquisimeto y Caracas. Nuestra misión se distribuye en diversos ministerios apostólicos: docencia en universidades y seminarios; también enseñanza y animación pastoral en colegios propios, apostolados especializados en medios de comunicación social y ministerios parroquiales.
El Vicariato de Venezuela está formado por 21 Frailes Dominicos en 6 comunidades extendidas en el territorio nacional, administrando 13 obras que se dividen entre parroquias, estaciones de radio y colegios. El Vicariato provincial de Venezuela, pertenece a la Provincia Nuestra Señora del Rosario con sede en Hong Kong.
Santo Domingo de Guzmán
Domingo de Guzmán dejó un testamento de paz, como herederos de lo que fue la pasión de su vida: vivir con Cristo y aprender de Él la vida apostólica. Configurarse con Cristo, esa fue la santidad de Domingo: su ardiente deseo que la Luz de Cristo brillara para todos los hombres, su compasión por un mundo sufriente llamado a nacer a su verdadera vida, su celo por servir a una Iglesia que ensanchara su tienda hasta alcanzar las dimensiones del mundo.
Con su Orden perfectamente estructurada y más de sesenta comunidades en funcionamiento, agotado físicamente, tras una breve enfermedad, murió el 6 de agosto de 1221, a los cincuenta y un años de edad, en el convento de Bolonia, donde sus restos permanecen sepultados. En 1234, su gran amigo y admirador, el Papa Gregorio IX, lo canonizó.
Laicos Dominicos
La Orden de Predicadores no sólo la forman frailes y monjas, a ella también pertenecen laicos, quienes comparten el mismo carisma y misión que Santo Domingo de Guzmán. Desde y en la vida diaria, en el mundo y en los quehaceres de todos los días.
Los laicos no se limitaron a ser simplemente destinatarios de la predicación, sino que comenzaron a formar parte activa de ella, desde 1285 cuando reciben su primera regla de vida.
En la Orden de Predicadores, los laicos han gozado de un papel importante, pues Sta. Catalina de Siena, Sta. Rosa de Lima, los mártires en las misiones de Oriente y también el testimonio reciente de laicos dominicos del s. XX, son algunas de esas luces que han encarnado el carisma dominicano en la vida laical.
Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
El día 24 de abril de 1955 por medio de un decreto del Sr. Arzobispo de Mérida, separó una parte del territorio de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, única existente por aquellos años de la ciudad de Barinas, creando de este modo la Vicaría Parroquial. Una de las disposiciones que ahí se señalan es la siguiente:
“que se construya en el lugar más conveniente un templo dedicado a Nuestra Señora del Carmen en memoria del que existió antiguamente en Barinas”
Fue tan grande el interés y el empeño con que se recibieron estas disposiciones que, en menos de tres meses, concretamente para la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, el día 16 de julio de 1955 ya se pudo inaugurar una capilla de 20 metros de larga por seis y medio de ancha, construida en el lugar que actualmente ocupa los salones parroquiales.
El día 16 de julio de 1968, fiesta de Nuestra Señora del Carmen, se da inicio a la construcción de la segunda fase asistiendo a la colocación y bendición de la primera piedra de la nueva capilla del Carmen por el Sr. Obispo de la recién creada, diócesis de Barinas, Monseñor Rafael Ángel González, y el gobernador del estado Edgar Sanz Amair.
Los trabajos de construcción se comenzaron el día 12 de agosto de 1968 y la primera misa fue celebrada justo un año después el día 10 de agosto de 1969, siendo inaugurada solemnemente con presencia de gran multitud de feligreses y de las autoridades civiles y eclesiásticas del día 8 de diciembre de 1969, fiesta de la Inmaculada Concepción.